Solicitar información para gestionar tus RAEE

Son todos los aparatos que para funcionar debidamente necesitan corriente eléctrica o campos electromagnéticos, y los aparatos necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos, que están destinados a utilizarse con una tensión nominal no superior a 1.000 voltios en corriente alterna y 1.500 voltios en corriente continua.

Son todos aquellos aparatos que funcionan con electricidad (que se enchufan a la corriente y/o funcionan con pilas y baterías) que finalizan su vida útil o pasan a ser residuos. También forman parte de estos residuos todos los componentes que los integran.

Todas las empresas deben tramitar la gestión y tratamiento de los siguientes aparatos cuando llegan al final de su vida útil:

• Aparatos de intercambio de temperatura: aire acondicionado, frigoríficos, congeladores, máquinas expendedoras, radiadores de aceite, deshumidificadores, etc.
• Monitores y pantallas: televisores, monitores de ordenador, pantallas varias, tablets, etc.
• Lámparas: lámparas LED, fluorescentes, lámparas de descarga de alta intensidad, etc.
• Grandes aparatos: fotocopiadoras, aparatos médicos, máquinas recreativas, lavavajillas, secadoras, lavadoras, grandes electrodomésticos, equipos de música, cajeros automáticos, etc.
• Pequeños aparatos: consolas, juguetes electrónicos, planchas, aspiradoras, tostadoras, básculas, máquinas de afeitar, microondas, etc.
• Aparatos informáticos y de telecomunicaciones con componentes peligrosos: ordenadores, portátiles, teléfonos móviles y similares, etc.
• Paneles fotovoltaicos

Todas las empresas generan, de manera puntual o recurrente, algún tipo de residuo eléctrico y electrónico ¡Tu empresa lo está haciendo ahora mismo! Por ponerte algún ejemplo tenemos: empresas de seguridad, industria, sector sanitario, consultoras tecnológicas, fabricantes de circuitos, empresas de renting informático, automoción, supermercados, banca, abogados, coworkings… ¡No esperes más a gestionar tus RAEE!

Los RAEE son residuos muy contaminantes para el medioambiente, ya que contienen materiales muy peligrosos. Su tratamiento debe realizarse siempre en una planta autorizada para hacerlo de una forma adecuada y segura.

Todas las entidades generan residuos durante la ejecución de su actividad siendo, muchas de ellas, desconocedoras de las obligaciones que tienen como productoras de residuos. Dichas obligaciones vienen recogidas principalmente en la normativa sectorial de aplicación: Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados y Real Decreto 553/2020, de traslado de residuos en el interior del territorio del Estado, sin perjuicio de lo establecido en las normativas que regulan cada flujo de residuo.

Las empresas están obligadas a declarar los residuos que generan y a documentar correctamente la trazabilidad de su gestión. Realizar estas operaciones con un gestor autorizado que disponga de planta de tratamiento RAEE ofrece un sinfín de beneficios como ahorro de costes, eliminar intermediarios y conocer el destino final de sus residuos.

Un gestor con planta propia de tratamiento funcional y autorizada, como ACS Recycling, garantiza la recogida del residuo, la absoluta confidencialidad de los datos y la correcta destrucción de los RAEE; todo ello cumpliendo con todas las normativas para garantizar la gestión y el tratamiento.