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El ciclo de vida de los aparatos electrónicos es cada vez más corto. Este hecho está producido por múltiples causas que iremos desgranando en este artículo.

Deseo de compra por parte de los consumidores

La publicidad es un arma muy efectiva para provocar reacciones por parte de los posibles compradores. De forma diaria se nos bombardea con nuevos productos que resultan imprescindibles para hacer nuestra vida más fácil y para que disfrutemos más del cine y de nuestros videojuegos favoritos. Esto termina produciendo un mayor deseo de sustituir nuestro televisor o nuestro teléfono móvil antes de lo que deberíamos. No obstante, este hecho se ve reforzado por los propios fabricantes.

I+D en dispositivos electrónicos

Las principales empresas tecnológicas invierten una gran cantidad de recursos en mejorar lo existente. En ocasiones, lanzan al mercado nuevas tecnologías que dejan obsoletas las que ya tenemos. En lo relativo a los televisores, en apenas quince años hemos pasado de tener dispositivos analógicos con pantalla de tubo y un tamaño muy reducido a modernos LCD con pantallas enormes y una resolución 4K.

Un dato que resulta alarmante. El 60 % de los televisores sustituidos en el último año aún funcionaban. Muchos de ellos terminaron en la basura. Lo mismo sucede con los residuos informáticos. Tanto los ordenadores como los teléfonos móviles tienen ciclos de vida muy cortos producidos por el imparable avance de la tecnología. En el año 2010 era habitual encontrar discos duros de 50 o 60 GB. En 2022 el tamaño estándar es de 2 TB, 20 veces más capacidad.

Obsolescencia programada

Es un hecho que los aparatos electrónicos cada vez duran menos. De hecho, la Agencia de medioambiente de Alemania ha llevado a cabo un estudio en el que ha podido comprobarse un alarmante aumento de los fallos en estos productos. En 2004,, solamente el 3,5 % de las ventas de electrodomésticos se producían por una avería en un plazo inferior a los cinco años de vida. Sin embargo, una década más tarde este número había subido hasta el 8,3 %.

Lo mismo ocurre con los grandes electrodomésticos. En el año 2004 el número de reemplazos por avería llegaban al 7%, pero en 2013 la cifra casi se había doblado, alcanzando el 13%.

Por qué los fabricantes llevan a cabo esta práctica

Las empresas deben cumplir unos objetivos para seguir creciendo. Pongamos un ejemplo. Un fabricante de lavadoras es capaz de crear un modelo muy eficaz, con poco consumo eléctrico y una durabilidad excelente. Es probable que durante los primeros años colapsaran el mercado con su producto, pero, una vez haya pasado el tiempo, nadie querría sustituirla, puesto que seguiría siendo el mejor modelo y su funcionamiento sería idéntico al del primer día. La empresa tendría problemas para seguir ingresando dinero.

Esta práctica era bastante habitual hasta hace unas décadas. Por desgracia, las empresas se dieron cuenta rápidamente de que si sus productos tenían una vida más reducida, las ventas se multiplicarían. Poco a poco fueron introduciéndose materiales menos resistentes y mecanismos con más posibilidades de fallar. Algo que ha terminado trasladándose, incluso, al software. Como más adelante detallaremos, algunos fabricantes han comenzado a ralentizar deliberadamente los equipos más antiguos para dar a los usuarios un aliciente para su sustitución.

La importancia de la legislación

Cada vez más instituciones son conscientes de este problema. En la Unión Europea se ha establecido un plan de economía circular que lucha para que se aborde de raíz la obsolescencia programada. En concreto, algunos países europeos ya han presentado medidas que abordan de lleno lo relativo a los aparatos electrónicos. En España, al igual que en Francia, se ha establecido una escala de reparabilidad que dará a conocer a los ciudadanos la facilidad de reparación de un determinado producto.

Garantía de los aparatos electrónicos

España ha aprobado una nueva garantía de tres años para los productos nuevos a partir del 1 de enero. Con ello, se pretende que los fabricantes se esmeren en ofrecer un equipo que tenga la calidad necesaria para permanecer en funcionamiento durante más tiempo. Es una medida fundamental para tratar de alargar su vida útil, no obstante, es necesario acompañarla por una mayor colaboración de los ciudadanos.

Multas por no cumplir con lo establecido

La Agencia de Competencia italiana ha interpuesto una sanción histórica contra Apple, el conocido fabricante americano. A pesar de tratarse de una cantidad simbólica para la marca, de diez millones de euros, supone un punto de inflexión determinante. Se ha demostrado que alteraban de forma premeditada las actualizaciones de sus sistemas operativos para ralentizar sus dispositivos más antiguos. Esta misma práctica, también les ha costado 500 millones de dólares en los tribunales de Estados Unidos.

Alargar la vida útil de un producto electrónico

Con el cuidado adecuado es posible extender el tiempo de vida de los aparatos más habituales. En muchos casos es suficiente con cambiar su versión de software o con sustituir alguna pieza, como la pantalla o la batería. Es importante tener la información adecuada y se puede ahorrar mucho dinero.

Ahora ya conocemos cómo funciona el ciclo de vida de los aparatos electrónicos. Es vital tener en cuenta las consideraciones que hemos expuesto para tratar de conseguir un producto duradero y de calidad. Cambiar de televisor cada pocos años no es sostenible. Incluso si la tecnología ha mejorado, ¿realmente merece la pena la sustitución? Esperamos que con este artículo hayamos aclarado todas las dudas sobre el tema.

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