Por qué es obligatorio reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2)
Reducir las emisiones de CO2 es una de las grandes metas de cualquier industria, empresa o negocio. A continuación, las respuestas a cómo reducir las emisiones de CO2 para alcanzar este objetivo más fácilmente.
Qué es el CO2 y cómo se genera
Las siglas aluden al dióxido de carbono o anhídrido carbónico. Está presente en la atmósfera con una proporción de 380 partes por millón. Forma parte de lo que se conoce como ciclo planetario del carbono. El C02 se genera en la atmósfera, la biosfera, la hidrosfera y la litosfera.
Progresivamente, su nivel ha subido de forma alarmante, llegando a ser de hasta 415 partes por millón. Las emisiones procedentes de las industrias y de la contaminación generada por el empleo de vehículos se suman a la de los gases naturales o artificiales. A medida que aumentan estos gases, también lo hace el efecto invernadero y la temperatura del planeta.
Por lo tanto, es imprescindible comenzar calculando el nivel de CO2 que genera una empresa. Normalmente, se mide en giga toneladas y, aunque entra en el grupo de los gases arriba indicados, es el único que tiene la facultad de permanecer varias décadas en la atmósfera.
Impacto del CO2 en el planeta
Si sigue subiendo el nivel sin control, todo parece indicar que comenzarán a presentarse diversas consecuencias como:
- La falta de abastecimiento al producirse un colapso en las cosechas.
- La escasez de agua potable.
- La subida del nivel del mar.
- La extinción de algunas especies.
- La desaparición de los ecosistemas más frágiles.
- Un mayor número de periodos de sequía.
- La creación de tifones y huracanes.
- Un aumento de las migraciones de las aves por motivos climáticos.
A tan graves consecuencias sobre el entorno natural hay que sumar otras de tipo económico. La subida de la temperatura media del planeta ha sido de entre 2 y 3 grados, que han provocado la pérdida de hasta un 3 % del PIB de todos los países del mundo. A partir de los cinco grados, se espera que este último porcentaje alcance el 10 % convirtiendo así la economía mundial en una peor adaptada a las necesidades reales de los habitantes del planeta.
Consejos para reducir las emisiones de CO2
¿Cómo compensar la huella de carbono? Los beneficios de reducir las emisiones de CO2 son múltiples y hay varias alternativas disponibles para comenzar un proceso de cambio en cualquier industria:
- Adquirir mayor conciencia sobre el negativo impacto de las emisiones.
- A la hora de emplear un vehículo, es mejor que sea eléctrico. Reducir su empleo incide directamente en la mejora de la calidad del aire. El diseño de una ruta de trabajo más eficaz permite aprovechar al máximo cada viaje.
- Confiar en una movilidad más sostenible. Aparte de los vehículos eléctricos, hay opciones como el uso de bicicletas para el reparto de productos en zonas concretas. Alternativas como ubicar distintos puntos de recogida de la mercancía en varios lugares de cada ciudad contribuye a la reducción de la contaminación.
- Repasar la eficiencia energética de la maquinaria que se emplea en la empresa. Además, debería analizarse cuándo deben encenderse los distintos dispositivos para limitar el consumo eléctrico al máximo.
- Renovar la fuente de energía principal. Apostar por la solar permite ser autosuficiente y no tener que depender de la red eléctrica.
- Convertirse en un productor más respetuoso con el medioambiente. Producir exclusivamente lo que se vaya a vender, con un pequeño margen en caso de aumento de la demanda, es siempre adecuado.
- Invertir una parte de los beneficios en plantar árboles o en políticas de sostenibilidad. No se trata exclusivamente de hacer publicidad al respecto, sino de poner en marcha campañas reales y comprobables por parte de los clientes de la empresa correspondiente y de las instituciones públicas.
- Convertir la política de kilómetro cero en la más adecuada para contar siempre con proveedores cercanos.
Mención aparte merecen las distintas claves de la reutilización de aquellos aparatos eléctricos o maquinaria que quiera desecharse. Es habitual desprenderse de lo que no sirve de forma poco adecuada, lo que contribuye a aumentar el nivel de CO2 de forma directa. Disponemos de una planta de reciclaje de maquinaria que se encarga de facilitarles a las empresas tan importante labor de reciclaje de aquellos elementos que no vayan a seguir usando.
2030, una fecha clave
La fecha está más cerca de lo que parece y la normativa es bastante clara al respecto. Los tres puntos fundamentales de la adaptación de una empresa a los requisitos exigidos por la normativa son:
- Reducir la emisión de gases con efecto invernadero en un 55 % respecto al nivel que se tuviera en 1990.
- La cuota de empleo de energías renovables ha de ser, como mínimo, de un 32 %.
- La mejora de la eficiencia energética ha de alcanzar el 32,5 %.
- Por lo tanto, se puede concluir que cada vez es más necesario comenzar a poner en marcha las medidas necesarias para lograr empresas sostenibles y mejor preparadas para 2030. La puesta en marcha de los consejos arriba indicados es un adecuado punto de partida.
Reducir las emisiones de CO2 sigue siendo la mejor opción tanto para dejar un planeta mejor como para evitar las posibles sanciones administrativas que indica la normativa. Todo sea por conseguir que la sostenibilidad sea el eje sobre el que gire toda la actividad de aquella industria que quiera renovar su cadena de producción con eficacia.