La Materia Prima de los RAEE
Una vez finalizado el proceso de tratamiento de los RAEE se obtiene la materia prima, esta puede ser muy variada según la tipología de RAEE gestionada, como por ejemplo hierro, madera, plástico, aluminio, cobre, etc. Estos son enviados a tratamiento que mediante diferentes procesos cierran el círculo del reciclaje.
¿Qué es la materia prima?
Se conoce como materia prima a la materia extraída de la naturaleza y que se transforma para elaborar materiales que más tarde se convertirán en bienes de consumo.
Existen algunos bienes materiales que no pueden ser utilizados directamente por los consumidores ya que necesitan ser transformados (el petróleo, por ejemplo). Las materias primas son el primer eslabón de una cadena de fabricación, y en las distintas fases del proceso se irán transformando hasta convertirse en un producto apto para el consumo.
Por eso, en parte, es importante el reciclaje de los aparatos eléctricos y electrónicos, para poder recuperar materias primas y reintroducirlos en el ciclo. El hierro, el cobre y el oro, entre otros, contribuyen principalmente al valor del reciclaje de basura electrónica.
Según la Asociación Mundial de Estadísticas de Desechos Electrónicos afirman que, el reciclaje de materias primas contribuyó a un ahorro neto de 15 millones de toneladas de CO2, equivalente a las emisiones derivadas del reciclaje de materias primas secundarias sustituidas por materias vírgenes.
Reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos
Se conoce como materia prima a la materia extraída de la naturaleza y que se transforma para elaborar materiales que más tarde se convertirán en bienes de consumo.
Si bien el consumo de equipos eléctricos y electrónicos (EEE) nos ha ayudado a mejorar nuestra calidad de vida y nos facilitan muchas tareas ahorrando gran cantidad de tiempo, su producción y uso, condicionados por la obsolescencia programada, son tan exigentes en cuanto a recursos, que pueden volverse en nuestra contra. La sociedad no es consciente de lo que repercute estar cambiando de aparatos eléctricos y electrónicos constantemente, cuando los antiguos siguen funcionando. Así fue como se instaló poco a poco la idea de que los desechos electrónicos son una fuente de recursos, ya que contienen varios metales preciosos que, si se reciclan, se pueden usar como materiales secundarios. Estamos llegando a puntos insostenibles para el planeta, y las organizaciones pertinentes, están apostando por la economía circular.
El consumo global de los aparatos eléctricos y electrónicos, excluyendo paneles fotovoltaicos (grupo número 7 en la clasificación de los RAEE), aumenta anualmente 2,5 millones de toneladas. Solo en 2019, el mundo generó la cantidad de 53,6 Mt de desechos electrónicos, aumentando 9,2 Mt desde 2014 y proyectando un aumento a 74,7 Mt para 2030.
La creciente cantidad de desechos electrónicos se debe principalmente a tasas de consumo más altas, ciclos de vida cortos y pocas opciones de reparación. Por eso en ACS Recycling apostamos por nuestro Centro de Reparación para la Reutilización.
Datos de reciclaje de RAEE
En cuanto a la reutilización de los materiales, en 2019 la recolección y el reciclaje formal documentado fue de 9,3 Mt, constituyendo el 17.4 % en comparación con los desechos generados y aumentando un 1,8 Mt desde 2014, un crecimiento anual de casi 0,4 Mt. Sin embargo, la generación total anual fue de casi 2 Mt, lo que muestra que el reciclado no sigue el ritmo de la generación de desechos.
Las estadísticas muestran que en 2019 el continente con la mayor tasa de recolección y reciclaje fue Europa con un 42,5 %, mientras que Asia ocupó el segundo lugar con un 11,7 %. Por su parte, América y Oceanía fueron similares con un 9,4 % y un 8,8 %, respectivamente. Finalmente, África tuvo la tasa más baja con un 0,9 %. El destino del 82.6 % (44.3 Mt) de los desechos electrónicos generados en 2019 es incierto, y su paradero y el impacto ambiental varían según las diferentes regiones.
En otros blogs hemos comentado la importancia, a nivel de contaminación, del reciclaje de estos aparatos, por todos los componentes tóxicos que llevan los aparatos eléctricos y electrónicos.