Energía fantasma: cuánto cuesta el consumo en Stand-by
Stand by y consumo de energía fantasma son dos aspectos inseparables. Analizamos a continuación las claves para apostar por la sostenibilidad y el ahorro en la factura eléctrica.
¿Qué opina la Agencia Internacional de Energía acerca del stand-by?
La comodidad de pulsar un botón y elegir este modo para cualquier aparato es indudable. Sin embargo, los estudios de esta institución concluyen que entre el 5 y el 20 % del gasto energético de un hogar o negocio proviene, directamente, de esta medida, la energía fantasma.
En el caso de los hogares, la media está entre el 8 y el 10 % del coste anual de la energía eléctrica. Teniendo en cuenta las tarifas que se pagan actualmente, tomar alguna medida al respecto podría suponer un ahorro de entre 150 y 250 euros anuales aproximadamente.
Ejemplos de consumo de un electrodoméstico en stand-by y la energía fantasma
Consideramos esencial especificar el impacto en la huella de carbono de no apagar un electrodoméstico totalmente. Hacerlo desde el mando a distancia supone un consumo de energía fantasma que resumimos en el siguiente listado:
- Televisores. Un televisor de plasma con una pantalla de 42 pulgadas consume 26 kWh al año con un coste de unos cuatro euros y medio.
- El decodificador del satélite tiene un consumo anual de 61 kWh con un coste de 10,50 euros.
- Una impresora gasta 70 kWh al año y supone un aumento de 11,91 euros en la factura anual.
- El horno microondas gastará 35 kWh que se traducen en 5,96 euros de coste añadido.
- Una cafetera necesitará 44 kWh y aumentará el precio de la factura a pagar en 7,45 euros.
- Un rúter consume 70 kWh y cuesta 11,91 euros al año.
Añadiendo otros productos a la lista, el resultado es poco esperanzador. Se podrían ahorrar hasta 500 kWh al año y en torno a unos 300 euros o más dependiendo de cada caso.
La consecuencia menos conocida del stand-by
Siempre aludimos al coste y a la contaminación, pero hay otro factor oculto que también supone un gasto pasado cierto tiempo. Sabemos que, buena parte de los electrodomésticos que adquirimos, son víctimas de la obsolescencia programada.
Los fabricantes crean artículos que van a funcionar un número de horas o que van a poder usarse durante un número de veces aproximado. Dejar un producto en stand-by provoca que ese tiempo sea más corto. Además, el suministro constante de energía eléctrica provoca que los circuitos internos comiencen a deteriorarse mucho antes.
Por ejemplo, si un televisor está programado para que tenga una vida útil de unos 10 años, no apagarlo nunca provocará que dure unos ocho o menos.
Consejos para reducir el consumo de energía fantasma
Entendemos que no siempre resulta sencillo ir apagando aparato por aparato. Para evitarlo, nada que mejor que poner en práctica alguna de las siguientes recomendaciones.
El uso de regletas
Son muy eficaces y permiten agrupar los aparatos según su uso. Bastaría con apagar el interruptor cada noche consiguiendo así controlar el gasto energético y monetario que supone que se queden en stand-by. Hay cuatro alternativas:
- Con interruptor. Son las más habituales y las más fáciles de usar.
- Mixtas. Incluyen un interruptor por cada enchufe por lo que es posible apagar solo los aparatos que no son necesarios.
- Inteligentes. Puede programarse su encendido y su apagado.
- Con eliminadores de stand-by. Son una novedad tecnológica que se ha convertido en una gran ayuda para los consumidores. Cada enchufe detecta la bajada de tensión del aparato conectado. Tras unos minutos, deja de enviar energía automáticamente.
El uso de temporizadores
Son muy eficaces ya que permiten seleccionar un tiempo concreto para que el producto se apague totalmente. Son habituales en los televisores, los calefactores y el aire acondicionado. Es posible conectarlos a cualquier electrodoméstico. En este sentido, la domótica facilita el proceso muchísimo y es de gran ayuda.
Controlar la carga de los dispositivos móviles
Es bastante habitual llevarla a cabo durante la noche, pero ni un teléfono, ni una tableta u ordenador portátil necesitan ocho horas para ello. Es importante cargar el dispositivo durante el día y controlar el proceso. En cuanto se observe que el proceso ha terminado, hay que desenchufar el cargador.
Elegir productos de clase energética A o superior
También ahorran más energía cuando están en stand-by. Además, suelen incluir alternativas de apagado inteligente por lo que siempre son una garantía de fiabilidad y de consecución del objetivo que venimos comentando.
El uso de calculadoras de consumo
En Internet hay múltiples opciones. Basta con incluir las características de cada electrodoméstico y comprobar el gasto que suponen. Consideramos muy interesante tomar nota de los datos y contrastarlos con el precio del kWh de nuestra tarifa de luz.
El resultado es siempre sorprendente e invita a elegir alguna de las medidas anteriores para reducir el gasto de forma eficaz. Las comparativas incluyen datos provenientes de estudios del consumo eléctrico.
La importancia de la sostenibilidad
Nuestro objetivo debe ser respetar el medioambiente y dejar un planeta mejor que el que nos encontramos. A mayor consumo, más emisiones de CO2, más recursos naturales malgastados y más opciones de vivir en un ambiente menos saludable.
Esperamos haber ofrecido todas las claves necesarias para invitar a cambiar el concepto que se tiene del stand-by el consumo eléctrico. A buen seguro, la responsabilidad, la preocupación por el futuro del planeta y el ahorro en la factura de la luz son tres motivos más que suficientes para comenzar a apagar cada dispositivo.[/vc_column_text]