Consejos a seguir para el consumo responsable de la tecnología
El consumo responsable de la tecnología no es solo una frase de moda; es una filosofía cada vez más crucial en nuestro día a día. Desde el móvil que llevamos en el bolsillo hasta los innumerables dispositivos que alimentan nuestros hogares y trabajos, la tecnología se ha entrelazado de forma inseparable con nuestras vidas. Sin embargo, este avance constante viene con una serie de desafíos, incluyendo el impacto ambiental de la producción y eliminación de dispositivos, la obsolescencia programada y la forma en que el uso excesivo puede afectar nuestra salud mental y bienestar.
Según Eurostat, 7 de cada 10 europeos repararía sus dispositivos electrónicos antes de comprar uno nuevo. Sin embargo, la obsolescencia programada hace que esto sea cada vez más difícil. No obstante, los ciudadanos y las empresas todavía podemos hacer algo para evitar que este despilfarro electrónico se vuelva en nuestra contra.
En este artículo, exploraremos estrategias prácticas para fomentar un consumo responsable de la tecnología y los usos más adecuados para alargar su vida útil.
Hábitos de consumo tecnológico más responsables
Hoy en día, es prácticamente imposible vivir sin tablets, móviles y ordenadores, pero podemos adaptar su uso a un estilo de vida y de trabajo más sostenible. Aquí están las claves para un consumo responsable de la tecnología.
Pensar antes de comprar aparatos eléctricos y electrónicos (AEE)
Antes de adquirir cualquier AEE, hazte la pregunta fundamental: «¿Realmente necesito este dispositivo o puedo lograr lo mismo con lo que ya tengo?» Un buen ejemplo es la tendencia de los relojes inteligentes. ¿Realmente te aportan una funcionalidad indispensable que tu smartphone no pueda ofrecer, o es más una compra por la novedad? Quizás podrías considerar un buen móvil y una aplicación de seguimiento de actividad física, si esa es tu principal motivación.
Otro caso común es la compra de una tablet para trabajar en viajes. En lugar de adquirirla con mucha antelación, ¿no sería más lógico esperar a la semana previa al viaje? De esta forma, maximizas su vida útil desde el momento en que realmente la necesitas, en lugar de que esté guardada o infrautilizada. La clave es ser inteligente y eficiente, no dejarse llevar por las modas o el impulso del momento.
Informarse sobre la vida útil de los AEE antes de comprarlo
Para fomentar un consumo responsable de la tecnología, es fundamental ir más allá del precio inicial. A veces, invertir un poco más en un dispositivo que sabemos que durará más tiempo es la decisión más inteligente y sostenible a largo plazo. No te fíes únicamente de las reseñas de usuarios, que pueden ser subjetivas o estar desactualizadas. Una estrategia mucho más efectiva es consultar a profesionales del sector, especialmente a quienes se dedican a reparar los aparatos que te interesan. Ellos son una fuente inestimable de conocimiento, ya que conocen de primera mano los fallos más comunes, la existencia de repuestos en el mercado y la filosofía de consumo de cada marca.
Buscar el sello ISSOP en el embalaje de los aparatos electrónicos
El sello ISSOP indica que el producto o la marca están comprometidos con la sostenibilidad y el respeto al medioambiente, y que basan su economía en el bien común. Para más información, es posible que han de cumplir las empresas para obtener este sello. También es posible consultar el listado de las empresas que actualmente
Un indicador clave de consumo responsable de la tecnología es el sello ISSOP. Este distintivo en el embalaje de los aparatos electrónicos no solo significa que el producto o la marca están comprometidos con la sostenibilidad y el respeto al medioambiente, sino que también basan su economía en el bien común. Para entender mejor el compromiso de las empresas que lo poseen, te recomiendo consultar el decálogo que deben cumplir para obtener este sello. Además, puedes verificar el listado de las empresas que actualmente lo tienen, lo que te facilitará tomar decisiones de compra más conscientes y éticas.
Considerar adquirir un aparato electrónico reacondicionado
Para un consumo responsable de la tecnología, puedes elegir un aparato reacondicionado o uno de exposición. Existen múltiples tiendas o secciones donde es posible obtener productos que ya han sido reparados o que provienen de exposición, pero que funcionan perfectamente y pueden tener la misma vida útil que cualquier otro dispositivo nuevo. Siempre debemos recurrir a tiendas de confianza que cumplan unos compromisos mínimos de calidad y garantía.
Reparar uno mismo el dispositivo electrónico dañado
Si el dispositivo está en garantía, lo mejor es aprovecharla. Pero si ya no lo está y te anima la idea de reparar objetos, puedes aprender sobre el funcionamiento de las piezas del interior del aparato para saber cómo sustituirlas. Esta no solo es una manera de entretenerte, también ahorras mucho dinero y, además, cuidas mejor el medioambiente.
Reutilizar los dispositivos
Por ejemplo, en vez de comprar una memoria USB o un disco duro externo nuevo, se puede aprovechar la memoria de un móvil que se ha quedado obsoleto o de un ordenador que ya no se conecta a Internet. Por supuesto, también es posible utilizar otros componentes, como pantallas, teclados, etc., para darles una segunda vida.
Aprovechar los accesorios
Muchas veces, al comprar un dispositivo, este viene con auriculares, tarjetas de memoria complementarias, etc. Hay que tener en cuenta que suelen ser compatibles con otros dispositivos, así que no debemos tirarlos al cambiar de aparato. Si no los vamos a utilizar, quizás podamos intercambiarlos con otras personas de nuestro entorno que los necesiten… ¡y un cargador de reserva nunca viene mal!
Dejar los RAEE en un punto limpio
Y si no hay más remedio que desechar el aparato, una forma útil de seguir teniendo un consumo responsable de la tecnología es asegurándonos de que lo hacemos en un punto limpio. No hay que tirarlos simplemente en un contenedor de reciclaje de plástico o similar, ya que hay piezas que son altamente contaminantes. Toma en cuenta que, en los puntos limpios, los expertos en este tipo de residuos pueden volver a destinar los componentes del dispositivo a las fábricas para que sean reutilizados.
Uso más responsable de la tecnología

No solamente se trata de evitar el despilfarro de aparatos electrónicos cuando hablamos de un consumo responsable de la tecnología. Empleándolos de forma consciente también prolongaremos su vida útil y evitaremos gastar energía inútilmente, algo que solo contribuye a empeorar el medioambiente y no es nada ventajoso para nuestra economía.
Por ello, a la hora de utilizar los dispositivos electrónicos, recomendamos:
- No encender los aparatos electrónicos cuando no los necesitemos. El mejor ejemplo son los calentadores de agua, uno de los electrodomésticos que más energía consumen del hogar, pero que únicamente necesitamos en momentos puntuales.
- No adquirir un frigorífico demasiado grande, sino ajustado a las necesidades de tu hogar.
- No poner el frigorífico y el congelador a una temperatura demasiado fría. Lo mejor es comenzar por utilizarlo a la mínima potencia. Si los alimentos se conservan igualmente, ¿por qué bajar la temperatura?
- Utilizar la lavadora con agua fría o, si es con agua caliente, que sea un programa corto y eficiente.
- Lavar solamente cuando la lavadora esté llena, optimizando cada ciclo.
- Usar electrodomésticos manualmente cuando sea posible. Por ejemplo, podemos cocinar a mano en vez de emplear un robot de cocina, o lavar a mano en vez de utilizar un lavavajillas eléctrico en ciertas ocasiones.
- No duplicar innecesariamente los electrodomésticos y dispositivos, como televisores o móviles en cada habitación.
En el blog publicamos constantemente nuevos consejos para un consumo responsable de la tecnología. Así tendremos un planeta más limpio y ayudaremos a nuestra propia economía.
Conclusión
Adoptar un consumo responsable de la tecnología es una responsabilidad compartida que beneficia tanto al planeta como a nuestro bolsillo y bienestar. Desde la fase de compra, optando por la durabilidad y la necesidad real, hasta el uso diario consciente y la gestión adecuada de los residuos, cada pequeña acción suma. Al informarnos, reutilizar, reparar y desechar correctamente, contribuimos a un futuro más sostenible y a un estilo de vida más equilibrado. Este camino hacia la responsabilidad tecnológica no es solo una moda, sino una necesidad imperante en la era digital en la que vivimos.
¿Qué otros hábitos de consumo responsable de la tecnología has incorporado en tu vida?