Basura electrónica: cómo se produce y cómo afecta la biodiversidad terrestre

Last Updated on 9 meses ago by sinai

La basura electrónica es un problema que va en aumento en los últimos años. Los aparatos electrónicos cada vez tienen una vida útil más corta ya que tendemos a sustituirlos con mayor frecuencia y, además, suelen tener una durabilidad menor que los producidos en décadas anteriores.

¿Qué es la basura electrónica?

La basura electrónica, también conocida como e-waste o residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se refiere a todos aquellos aparatos eléctricos y electrónicos que han llegado al final de su vida útil y son desechados. Esto incluye una amplia gama de productos como:

  • Aparatos informáticos y de oficina: Ordenadores, portátiles, impresoras, monitores, teclados, ratones, etc.
  • Dispositivos de comunicación: Teléfonos móviles, smartphones, tabletas, routers, módems, etc.
  • Electrodomésticos: Refrigeradores, lavadoras, microondas, hornos, etc.
  • Electrónica de consumo: Televisores, equipos de audio, reproductores de DVD, cámaras digitales, etc.
  • Herramientas eléctricas: Taladros, sierras, lijadoras, etc.
  • Juguetes electrónicos: Consolas de videojuegos, juguetes interactivos, etc.

¿Cómo se genera la basura electrónica?

Todos hemos sustituido nuestro viejo teléfono por el último modelo en alguna ocasión. Seguramente, en la última década hemos adquirido más aparatos de los que se han estropeado y algunos aún permanecen en algún cajón esperando a que los volvamos a utilizar.

¿Cómo afectan los residuos electrónicos al planeta?

Desgraciadamente, la mayoría de los desechos electrónicos terminan en países del tercer mundo. En algunos lugares se han creado auténticos cementerios donde se depositan diariamente toneladas de viejos aparatos. En Occidente tendemos a esconder la basura lejos de casa, pero al contrario de lo que se piensa no desaparece sin más. Los metales de un viejo televisor pueden tardar décadas en degradarse y los plásticos son capaces de aguantar miles de años sin descomponerse. Por eso las medidas legales son cada vez más estrictas.

¿Por qué se lleva a cabo esa práctica?

Por desgracia, resulta mucho más barato transportar en barco los desechos a países pobres que gestionarlos correctamente dentro de la UE. Es algo que lleva varias décadas sucediendo. Algunos países han comenzado a ilegalizar esta práctica, pero aún queda mucho para terminar con el problema.

Impacto de los RAEE en la biodiversidad terrestre

  1. Contaminación del suelo: Los metales pesados y las sustancias químicas presentes en los RAEE pueden contaminar el suelo, afectando la fertilidad y la capacidad de las plantas para crecer. Esto puede llevar a la pérdida de especies vegetales y alterar las cadenas alimentarias.

  2. Contaminación del agua: Cuando los RAEE se depositan en vertederos o se incineran de forma inadecuada, los contaminantes pueden filtrarse al agua subterránea y a los cuerpos de agua superficiales. Esto puede afectar a la vida acuática y a las especies terrestres que dependen del agua para su supervivencia.

  3. Efectos en la fauna: Los animales pueden verse afectados por la contaminación del suelo y el agua, ya sea por la ingestión de sustancias tóxicas o por la pérdida de hábitats. Algunas especies pueden ser más sensibles a los contaminantes que otras, lo que puede alterar las poblaciones y las interacciones entre especies.

  4. Alteración de ecosistemas: La contaminación por RAEE puede tener efectos en cascada en los ecosistemas terrestres. Por ejemplo, la pérdida de especies vegetales puede afectar a los polinizadores y a los animales que se alimentan de plantas, lo que a su vez puede afectar a otros niveles tróficos.

Posibles soluciones para reducir la basura electrónica

Para poder enfrentar el problema de la basura electrónica es necesario que todos pongamos de nuestra parte. A continuación, mostraremos algunas posibles soluciones para dejar atrás los inconvenientes que generan los millones de aparatos que retiramos cada año.

Aprovechar la economía circular

Cada equipo tecnológico que termina en el cubo de basura obliga a gastar más recursos en la creación de uno nuevo. Esto es algo que puede evitarse en la mayoría de casos. En bienes de precio económico es bastante común proceder a su sustitución cuando una de sus piezas falla. Casi nunca reparamos televisores, electrodomésticos o teléfonos móviles. Simplemente, acudimos a una tienda especializada y los sustituimos. A nadie se le ocurriría hacer lo mismo con un coche o una motocicleta. La principal razón es el coste de acceso a la tecnología.

Sin embargo, es bastante sencillo establecer un sistema de economía circular que ofrezca una segunda vida a esos aparatos. Los mercados de segunda mano son un gran ejemplo. Precisamente, es algo que ya se practica con las viviendas o los vehículos. La venta de coches seminuevos permite ahorrar dinero a quienes no pueden acceder a uno nuevo y, además, reduce los recursos que se le exigen al planeta cada día.

El ejemplo de Ghana

Este país es el principal receptor de basura electrónica. Sin embargo, en los últimos años ha desarrollado un importante mercado de segunda mano y cuenta con múltiples empresas dedicadas a la reparación de dispositivos electrónicos. Se trata, sin duda, de un ejemplo de gestión a seguir por el resto de países.

basura tecnológica

Reciclaje de los productos

La gestión de residuos es crucial para disminuir la basura electrónica cuando se trata de evitar la contaminación. Independientemente del esfuerzo que destinemos a mantener el uso adecuado de determinados aparatos electrónicos, es inevitable que estos terminen deteriorándose demasiado. Lo que si está en nuestra mano es controlar dónde van a parar.

Mediante un sistema de triaje se pueden recuperar muchos minerales y elementos contaminantes de cada equipo. Algunos de ellos servirán para volver a fabricar más bienes de consumo. Aquellos materiales que no puedan reutilizarse pueden gestionarse para que no degraden el medioambiente.

Ayuda de las instituciones mundiales

Es fundamental que las instituciones públicas fomenten una cultura global de gestión de residuos. Los ciudadanos deben tener facilidades para poder acceder a un sistema de reciclaje efectivo y fácil de entender. En muchos países ya se lleva a cabo mediante publicidad institucional, así como con campañas temporales. También es habitual encontrarnos contenedores diferenciados por colores. No obstante, es necesario un mayor apoyo.

Las empresas de recogida de residuos sólidos urbanos son las encargadas de recoger la mayoría de basura generada por la población. Para conseguir un mayor reciclaje es posible utilizar sistemas de triaje que separen los residuos orgánicos de la basura electrónica. Aunque pueda parecer simple, se requiere de un gran presupuesto para poner estos sistemas en marcha y es algo que no todos los países están dispuestos a asumir.

Países que más generan basura electrónica

Estados Unidos, China y la Unión Europea son los mayores productores de basura electrónica. Actualmente, tan solo el 15 % del total que generan termina siendo reciclado. Este porcentaje es demasiado bajo y puede ayudarnos a hacernos una idea de que el problema está lejos de solucionarse.

Como hemos visto, la basura electrónica supone un serio problema para la salud del planeta. Hay mucho trabajo por hacer para ponerle solución, pero todos podemos aportar nuestro granito de arena en este proceso. Es crucial que cada país se involucre para poner fin a una lacra que está disparando la contaminación del aire, de la tierra y del agua.



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