El peligro de los RAEE
Debido al peligro de los RAEE, nos encontramos en uno de los momentos críticos para el medioambiente, y esto no es algo nuevo. Cada año se generan alrededor de 50 millones de toneladas de RAEE en el mundo. Es una cifra preocupante ya que este tipo de residuo es el que más aumenta. En España cada ciudadano produce una media de 13 kilogramos de residuos eléctricos y electrónicos al año.
Los aparatos eléctricos y electrónicos son un conjunto de cientos de materiales y componentes, no vistos por los ojos, pero que en su interior pueden contener metales pesados y químicos peligrosos para el medioambiente y la salud de las personas. Se estima que un teléfono móvil contiene entre 500 y 1.000 componentes diferentes.
El peligro viene cuando los RAEE no son tratados de forma adecuada. Estas sustancias nocivas pueden contaminar el medioambiente, poner en riesgo a los trabajadores que fabrican los productos, y afectar la salud de las personas que les rodean. Si estos términos son nuevos para ti, mírate primero estos blogs sobre RAEE y también la basura electrónica.
Componentes tóxicos son el peligro de los RAEE
Retardantes de fuego bromados (RFB)
Estos son mezclas de sustancias químicas artificiales que se añaden a los productos para que sean menos inflamables. Se utilizan en teléfonos y computadoras normalmente. La exposición permanente a estos compuestos puede provocar problemas de aprendizaje y memoria, interferir con la tiroides y con el sistema hormonal del estrógeno. Además, la exposición fetal está relacionada a desórdenes de comportamiento.
Cadmio
Es un metal del grupo de los elementos de transición, altamente tóxico, que se obtiene casi exclusivamente como subproducto en el refinado de los minerales como el cinc. Este metal lo podemos encontrar en baterías recargables de ordenadores, contactos eléctricos y relojes. Anteriormente, era utilizado en monitores y televisores de tubo. El cadmio tiene la capacidad de acumularse en el ambiente y es muy tóxico. Afecta principalmente a los riñones y los huesos.
Mercurio
El mercurio es un elemento químico natural que se encuentra en la roca de la corteza terrestre. Se utiliza en los monitores de pantalla plana como dispositivo de iluminación y en pilas no recargables. El mercurio puede afectar el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular, pulmonar y provocar daños en los riñones y la vista. Es tóxico incluso en dosis muy bajas.
Policloruro de vinilo (PVC)
Es el producto de la polimerización del monómero de cloruro de vinilo2. Es el derivado del plástico más versátil. Este tipo de plástico es usado en productos electrónicos como aislante en cables, alambres, circuitos, conectores y carcasas de plástico. Es muy común este componente y a simple vista no es perjudicial, pero su erróneo tratamiento y si se incinera, libera dioxinas y furanos. Estos químicos que desprende son existentes en el ambiente y muchos son tóxicos, incluso a muy bajas concentraciones.
Níquel
El níquel es otro elemento químico muy conocido, un elemento bastante abundante, ya que constituye cerca de 0.008% de la corteza terrestre. Se lo puede encontrar en baterías. Produce efectos sobre el sistema pulmonar y respiratorio, alergias, irritación en los ojos y la piel. Es posiblemente cancerígeno. Es tóxico si se lo encuentra en forma de compuestos inorgánicos de níquel en su forma oxidada, sulfatada o soluble, es decir en su mal tratamiento.
Litio
El litio es un elemento químico de símbolo Li y número atómico 3. Se suele utilizar en baterías. El litio ocasiona afecciones en el sistema nervioso, fallas respiratorias y náuseas.
Berilio
El berilio es un elemento químico alcalinotérreo bivalente, tóxico, de color gris, duro, ligero y quebradizo. Se utiliza en interruptores, transmisores y conectores. No se disuelve, se adhiere a partículas de aire y persiste en suelos. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la ONU lo clasificó como cancerígeno. Además, la inhalación de humos y polvos de berilio puede causar enfermedades pulmonares.
¿Cómo se desechan los residuos eléctricos y electrónicos?
En muchos países del mundo, los RAEE y la basura electrónica terminan en basurales o cómo ya sabrás en desiertos de países tercermundistas. Los RAEE al no ser depositados en lugares correctos ni tratados en plantas de reciclaje como la de ACS Recycling, comienzan a descomponerse y a verter algunos de los elementos comentados anteriormente, contaminando el suelo, las aguas y la gente que les rodea.
En algunos países, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos son incinerados. Pero este método libera a la atmósfera metales pesados como plomo, cadmio y mercurio, lo que no supone una solución para nada.
Uno de los casos más conocidos es el del mercurio, liberado puede bioacumularse en la cadena alimenticia, especialmente en peces. Así se traslada de los peces más pequeños a los más grandes y llega a ser consumido por los humanos.
Si los dispositivos contienen policloruro de vinilo (PVC) o retardantes de fuego bromados (RFB), se liberan dioxinas y furanos. Estas sustancias químicas son tóxicas y pueden afectar el medio ambiente y la salud de las personas.
Otros países industrializados también suelen exportar sus RAEE hacia los países en vías de desarrollo. Pero esta es una práctica prohibida por ley, viola el Convenio de Basilea, el tratado ambiental global que controla el movimiento transfronterizo de desechos peligrosos y su eliminación.
¿Cuál es la solución para el peligro de los RAEE?
- Concienciación a la hora de tirar estos aparatos si aún tienen vida útil, para reducir el consumo de estos residuos.
- Una vez nos queramos deshacer de los RAEE, llevarlos a sitios dónde se van a tratar correctamente. De esta manera actuar ante las sustancias tóxicas, reutilización y reciclaje de los componentes.
En ACS Recycling, llevamos 7 años dedicados única y exclusivamente a la buena labor de asesoramiento, gestión y tratamiento de todos estos para cualquier tipo de empresa. Nuestro trabajo consiste en concienciar y ayudar a las empresas de cómo hacer un buen reciclaje de todos estos RAEE’s.
Recogemos los residuos de nuestros clientes y los trasladamos a nuestras instalaciones, ubicadas en Sant Quirze del Vallés (Barcelona), para posteriormente ser clasificados y tratados correctamente. Nuestra actividad y servicio de reciclaje de RAEE reduce notablemente el impacto medioambiental a partir de una reducción del coste energético y de la contaminación. Este hecho nos lleva a cumplir y hacer cumplir con el ciclo de la economía circular.