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Todos sabemos que el papel se tira al contenedor azul, el plástico al amarillo y el vidrio al verde. E incluso nos hemos acostumbrado a separar los residuos orgánicos del resto. ¿Cómo funciona el reciclaje de electrodomésticos? Se trata de un problema que afecta tanto a particulares como a las empresas. Especialmente significativo es este último caso, pues cada vez son más las compañías que renuevan aparatos como el aire acondicionado sustituyéndolos por otros más eficientes.

Qué son los RAEE y por qué debes reciclarlos

Detrás del acrónimo RAEE se esconde los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Aquí, conviene diferenciar entre aparatos eléctricos y electrónicos. Los eléctricos son aquellos que deben enchufarse para funcionar (aire acondicionado, televisión) mientras que los electrónicos emplean las corrientes eléctricas para hacer operaciones más complejas (ordenador portátil, smartphones, tablets). Cuando decidimos renovarlos, tenemos que reciclar el aparato antiguo en un punto específico para su correcto tratamiento. Descubre el reciclaje de electrodomésticos.

Estos aparatos nos ayudan a vivir mejor, pero es innegable que son unos residuos muy contaminantes. Para fabricarlos se utilizan sustancias como el bromo, mercurio, cadmio o fósforo que si no se tratan adecuadamente pueden acabar resultando muy perjudiciales tanto para la salud de las personas como el medio ambiente. Además, el reciclaje adecuado de los electrodomésticos nos permite recuperar y reciclar los metales, plásticos o vidrio que contienen los aparatos.

Cuál es la vida útil de los electrodomésticos

La vida útil de los electrodomésticos depende, en parte, del tipo de aparatos del que se trata. Uno de los más longevos es el aire acondicionado, que puede durar hasta 15 años. Eso sí, a los 10 o 12 años de su instalación puede empezar a presentar algún problema si no se utiliza correctamente. Es más, un buen uso de estos aparatos nos permite prolongar la vida útil de los mismos, a la vez conseguimos un mayor ahorro energético. Otro electrodoméstico duradero son las neveras, con unos 12 años de vida útil.

Lavavajillas y secadoras aguantan unos 11 años de media, las lavadoras una década, los microondas pueden utilizarse fácilmente nueve años, las aspiradoras ocho, las planchas seis años… Para que los aparatos alcancen esta duración, es fundamental seguir las indicaciones de las instrucciones y hacer un mantenimiento periódico del mismo. Por ejemplo, en el caso de los aires acondicionados que tenemos en nuestras empresas es fundamental limpiar los filtros periódicamente. Así, también optimizamos su eficiencia.

Dónde tirar los electrodomésticos

Sin embargo, llega un momento en que el electrodoméstico se estropea definitivamente o decidimos cambiarlo por uno más eficiente. Si es así, habrá que reciclar el aparato en un punto específico para ello. No podemos tirarlo a los contenedores habituales, pues como hemos dicho anteriormente cuentan con una serie de componentes altamente contaminantes. Hay que llevarlos al lugar adecuado para su desmontaje y reciclaje. De hecho, en la caja y/o las instrucciones vemos la señal que nos recuerda que no podemos tirarlos con la basura doméstica.

Nosotros contamos con una planta propia de reciclaje de electrodomésticos. Nos encargamos de recibir los residuos eléctricos y electrónicos de las empresas y les damos el tratamiento adecuado para minimizar su impacto sobre el medio ambiente. Algunos de los componentes pueden disfrutar de una nueva vida, pero para ello es imprescindible que nos llegue el aparato para proceder a su desmontaje y la clasificación de los residuos.

En busca de una mayor sostenibilidad, la normativa obliga a los fabricantes de estos productos a diseñar aparatos que sean fáciles de desmontar con el objetivo de potenciar su reciclado. Además, deben ofrecer información a empresas de gestión de residuos como la nuestra sobre cómo hay que desmontarlos, dónde están las sustancias peligrosas y qué elementos se pueden reciclar y reutilizar.

Cuando el vendedor de aparatos eléctricos y electrónicos dispone de más de 400 metros cuadrados de establecimiento, está obligado a aceptar los aparatos ya usados muy pequeños -hasta 25 centímetros- incluso aunque el consumidor no compre otro. Así, se fomenta el reciclaje de móviles, transistores, etc. Estas empresas traen los RAEE a plantas como la nuestra para que procedamos al reciclaje de los aparatos. Lo mismo pasa cuando un electrodoméstico no funciona: la empresa que vende el nuevo se queda el viejo, y nos lo trae para su recuperación. De este modo se promociona el reciclaje de electrodomésticos.

La importancia de reciclar los aparatos de aire acondicionado

Como decíamos anteriormente, los electrodomésticos cuentan con una serie de componentes muy contaminantes. Por eso, es fundamental reciclarlos adecuadamente. Cuando llegan a plantas de reciclaje como la nuestra, en primer lugar procedemos al desmontaje y descontaminación de los aparatos.

La descontaminación únicamente podemos realizarla empresas gestoras de recursos peligrosos. Nos permite retirar elementos peligrosos como el mercurio, amianto, sustancias radiactivas, tubos de rayos catódicos, cadmio, baterías de plomo, salinas o alcalinas… Cuando se han separado estos elementos peligrosos, procedemos a triturar los residuos y a su clasificación.

Los metales, vidrios y plásticos pueden tener un nuevo uso. De hecho, el metal puede utilizarse infinitamente, por ejemplo para fabricar cables o nuevos componentes eléctricos. El vidrio lo podemos usar en pantallas, mientras que el plástico puede reciclarse en la industria del móvil o el automóvil.

Queda manifiesto que el reciclaje de electrodomésticos en plantas especializadas como la nuestra es la única alternativa respetuosa con el medio ambiente a la hora de tratar estos residuos. Si no se tratan adecuadamente, el riesgo de que los componentes peligrosos y tóxicos acaben dañando el medio ambiente -tierras, acuíferos- es real, con el consecuente peligro que implica para la salud de las personas.

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